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El tema del bodegón, fue un acto personal, ya que el tema del bodegón es un clásico en la pintura, retome la temática como pretexto para trabajar lo pictórico y experimentar en las formas ,"cuando el color posee su riqueza, la forma está en su plenitud".
En la serie de los Bodegones del 1994, las formas concretas e identificables son distorsionadas para convertirse en formas geométricas, estilizando sus contornos y de ese modo hacerlas más lineales o curvas dependiendo del elemento a trabajar.
En la serie de los Bodegones del 2000, el tema se convierte en un ascesis de la materia pictórica y después en una síntesis inédita, donde las finas películas de color en este caso oleo se invaden unas a las otras, modulan el objeto en el espacio (recito cerrado) articulado sutilmente.
En ambas series, el color es aplicado en contraste entre tonos cálidos y fríos sin olvidar el negro, un constante en mi pintura. La textura que es parte esencial de la forma aparece al momento de crear la forma, como cuando se pone un papel sobre un tronco y se pasa por encima un grafito.
Antes de comenzar a pintar pase varios procedimientos, empezando por el bocetaje. Primero realice los bocetos a modo de estudio previo, como guía y antecedente para la ejecución final de cada cuadro y los realice con grafito. Ya elegida la composición final, trabaje con pruebas de color, se puede afirmar que la mayor parte de la creación de cada obra se resolvió durante el proceso de bocetaje.